viernes, 28 de junio de 2013

COPLAS ALQUIMICAS DE RAMON LLULL

ALQUIMIA
 
Coplas que compuso el maestro Ramón Llull sobre el
arte de la alquimia, arte del cual compuso
un libro llamado de la Quinta Esencia.
Esto me lo hace rimar el amor
con la corrupción podrás saber
pues sin ella no se puede atar
la generación de su ser
la esencia hace quinta obrar
si de esto quieres hacer la unidad
y más no te quiero declarar
conviene tener más de un amor
 
De ello te daré esta semejanza
conocerás por el ente extenso
del simple por concordancia
el otro llamado hombre intenso
tendrás saber con desemejanza
de aire serán los congelamientos
que el amor hace con concordancia
para concordarle elementos
vosotros con otros entes concretos
 
por fantástica criatura
si el genero queréis tener
de los entes reales tendréis medida
si entes abstractos debéis buscar
del creador por la criatura
especialmente lo encontrareis
conociendo su propia natura
con la obra artificial
la ira convertirás en amor
 
mezclándole la natural
la ira hará de amador
pero si la naturaleza no te ayuda
tu ya no serás conocedor
e igual por ignorar el arte
de trasubtanciar el humor
de la esencia y del accidente
con todas sus partes substanciales
 
debe ser el transmudamiento
e igualmente accidentales
después de que sea nuevamente
renunciando a las demás señales
convirtiendo en otro ser
por sus grandes elementales
con accidente de nuevo ser
pues el arte no puede desfallecer
a no ser por otra piel
pero desfallece por falso coser
si quieres entrar por esta puerta
para que sepas regirte bien
deberás llevar un ovillo
para que puedas entrar y salir.
 
 

ELIPHAS LEVI EL MONTAÑÉS Y EL HOMBRE DEL VALLE.

 
 
Cuando el cielo sonriente
Entreabre las cortinas de Oriente espléndido,
Y más recién que un niño a los párpados nacidos,
Hecho sacar el sol de su lecho de rosas,
Un valle fue cubierto de niebla,
Y el habitante del valle,
Bajando su cabeza desolada,
Decía: - el cielo de nosotros desvía su mirada,
 
¡ A la naturaleza de luto le ponen las velas!
- No, le respondió un montañés,
De momento el cielo se enciende;
En la inmensidad del azul
Todo es radiante, todo es puro.
Al día no le ponen las velas, es la tierra que fuma.
En lugar de murmurar en tu casa
Contra la noche que cubre un rincón del campo,
Sé ágil, y ven conmigo
Ver el sol sobre la montaña.
 
Misántropos y perezoso,
Se arrastra siempre tierra a tierra,
Y encuentre sólo miseria,
Infamias, lodo y polvo,
Incorpórese, levante la mirada:
Este mundo, que siempre su vanidad censura,
No es el hoyo de topo donde el aburrimiento le sorprende;
 
Suba la montaña, ensanche su alma,
Deje de ser pequeño, el mundo será grande.
SÍMBOLO V
EL MONTAÑÉS Y EL HOMBRE DEL VALLE.
Lo que está arriba es como lo que está abajo, dice el símbolo de Hermes grabado
 en la mesa de esmeralda.
 Así es como la armonía resulta de la analogía de lo contrario. La forma es análoga al pensamiento, la sombra a la luz, el traje al cuerpo, la funda a la espada, negativo al positivo.
 Cuando el sol hace resplandecer la cima de las montañas, la sombra desciende más espesa en los valles, y cuales serían los honores de la ciencia y del genio sin la profunda ¿ Ignorancia de las multitudes? ¿ Es decir que hay que perpetuar esta ignorancia?
 
No, la naturaleza tiene allí provisto, y como dice el evangelio de san Juan, la luz luce en las tinieblas y las tinieblas ¿ No la comprenden, por qué?
A causa del obstáculo. Que hacer pues para alumbrar ¿ Valle? Quitar la
montaña. Es muy simple, pero es difícil. Entonces, es aquí el lugar imitar palabra celebra prestado por la tradición a Mahoma: si la montaña no quiere descender, subamos ¡ La montaña!
Las tinieblas están abajo, la luz arriba y el crepúsculo en medio: a través de estas tres
Atmósferas zambúllete y se eleva la escala misteriosa de Jacob.
 
 Los de abajo, que aspiran a ella Luz de arriba, deben esforzarse por subir, pero ellos siempre harán sólola zona de tinieblas sea la zona de la luz.
 Hay unos grados de inteligencia y de virtud
como hay grados de edad, y los partidarios de la igualdad absoluta querrían que se
trata a los niños como hombres hechos.
 Nuestro deber hacia los niños esto no es persuadirles que son grandes, es ayudarles a crecer.